Los últimos tres años han sido testigos del nacimiento de la astronomía de ondas gravitacionales. Esta nueva era de la astronomía empezó de repente en septiembre de 2015 con la primera detección de una fusión de binarias de agujeros negros situados a 1.300 millones de años luz de distancia. Este descubrimiento causó un revuelo en la comunidad científica, no solo porque confirmaba una importante predicción de la teoría de la relatividad general de Albert Einstein de 1915, sino también por el impacto en el campo de la astronomía de este evento cósmico nunca antes observado.
Este artículo fue publicado originalmente en el nº 61 de la Revista Encuentros Multidisciplinares, enero-abril de 2019.19 octubre 2019