por Antonio RINCÓN CÓRCOLES
El 13 de febrero de 2003, los periódicos matutinos de medio mundo recogían en portada una noticia cuando menos impactante: según los últimos cálculos de la ciencia, el Universo tiene 13.700 millones de años de antigüedad. Hace apenas un par de siglos, un anuncio de esta magnitud habría removido hasta lo más profundo los principios por los que se regían las mentes ilustradas de entonces, provocando un cataclismo en las esferas del poder ideológico.
Artículo publicado originalmente con el patrocinio de la asociación Autores Científico-Técnicos y Académicos (ACTA).17 octubre 2020