En 1878, una joven embarazada de veintiún años a quien había abandonado su marido entraba a trabajar como sirvienta en la casa del Edward Pickering, director del Observatorio de Harvard. En apenas un año, y sin estudios superiores, ya realizaba trabajos para el Observatorio, del que fue miembro permanente a los veintitrés años. A los treinta y tres publicaba el análisis de más de diez mil estrellas con un sistema de clasificación estelar desarrollado por ella, y a los cuarenta y uno dirigía el trabajo de todas las mujeres calculadoras del Observatorio.
(Fuente: Información y Actualidad Astronómica, Instituto de Astrofísica de Andalucía, CSIC)08 junio 2013
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