Son muchos los hombres y mujeres a cuyo esfuerzo en la tarea educativa debemos el que la ciencia y la cultura científica en general se encuentre en este siglo XXI en el nivel que tenemos. Este artículo es una semblanza que el autor hace de su padre, un cubano que se tituló en la Universidad de Zaragoza, España, y que dejó en su país un imborrable recuerdo por su trabajo educativo en la formación y el desarrollo cultural y científico en una época de grandes dificultades socioculturales.
01 octubre 2011