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OBSERVATORIO ASTRONÓMICO MÓVIL POLARIS
PROYECTO DE CREACIÓN

INSTITUTO DE EDUCACIÓN SECUNDARIA "NICOLÁS COPÉRNICO"

ECIJA (Sevilla)
37º32'N - 05º05'W


- PROLOGO, por Manuel TOHARIA:

SI MAHOMA NO VIENE A LA MONTAÑA ...

No siempre es fácil llevar la montaña hasta Mahoma, lo lógico es que sea Mahoma quien vaya a la montaña… Pero lo cierto es que esta popular cita encierra un elogio más que merecido por aquellas actitudes llenas de tesón que son capaces de predicar la buena nueva va más allá de las vías que podríamos considerar usuales. Más allá de los caminos trillados.

La enseñanza se rige, en general, por unas normas formales, ancladas en una ya vieja y larga tradición, que requieren la formación de grupos de alumnos no muy numerosos que, año tras año, van recibiendo las enseñanzas de lo que sus mayores aprendieron y valoraron como imprescindible.

Esta enseñanza reglada, por la que todos hemos pasado en la escuela, y luego, los más privilegiados, en la universidad, tiene obvias virtudes pero también notables deficiencias. Sobre todo en la enseñanza de las ciencias. Por eso son cada vez más numerosos los pedagogos de todo el mundo que reclaman no tanto una enseñanza diferente, que a lo mejor no es posible, sino una enseñanza complementaria que ayuda a fijar criterios, a fomentar vocaciones, a enseñar cómo aprender… A considerar la ciencia, en suma, no como una suma de conocimientos alejados de la vida cotidiana sino como un elemento cultural integrado en el mundo en que vivimos, próximo a todos, y en muchos casos extremadamente placentero.

Una rama del conocimiento científico, basada esencialmente en la observación pero capaz de conducir posteriormente a profundas reflexiones y complejos cálculos, es la astronomía y, con ella, numerosas ciencias afines.

Los buenos profesores saben que la astronomía se debe enseñar, quizá como la geología, “en el campo” y no en el aula. Pero no es fácil disponer de un buen observatorio… a no ser que hagamos que la montaña vaya a Mahoma. Es decir, que el observatorio sea móvil.

La difusión del conocimiento, el estímulo para la enseñanza, el complemento cultural para comprender la sociedad moderna, la pura diversión derivada de la observación del cielo nocturno… son otros tantos aditamentos de un observatorio astronómico móvil que, en buenas manos docentes y divulgadoras, puede rendir ciento a uno en cuanto a su capacidad difusora de la ciencia.

Bienvenido sea el Observatorio Móvil Polaris. Una de las mejores herramientas de extensión cultural que uno pueda imaginar. Con él podremos explorar a fondo el espectáculo grandioso, y completamente gratuito, de la esfera celeste y sus manifestaciones.

Sabremos más, seremos más cultos… más libres, en suma. Y enlazaremos nuestra tradición astronómica del pasado, mediterránea y andalusí, con la magnífica realidad presente de los grandes Institutos astrofísicos españoles de Andalucía y Canarias. ¡Quién sabe si algún premio Nobel del futuro no habrá sentido despertar su vocación gracias al Polaris!

Manuel Toharia
Director del Museo de las Ciencias Príncipe Felipe
Presidente de la Asociación Española de Periodismo Científico




1. INTRODUCCIÓN:

El proyecto que aquí se expone, es parte del fruto de las inquietudes de un colectivo de personas implicadas en tareas educativas, y que pretenden ir más allá del ámbito del aula en la que a diario se desenvuelven, tratando de hacer extensivo su gusto por el conocimiento y la cultura al mayor número de personas, sin importar edad, nivel sociocultural o ideologías políticas, al mismo tiempo que hacerse eco y secundar los proyectos de Segunda Renovación que se promueven desde algunas instituciones en nuestra Comunidad Autónoma.

Como se verá a continuación, se trata de un ambicioso proyecto que trata de recabar la participación y la implicación de entidades públicas y privadas, asociaciones y particulares, en torno a una misma filosofía, que parte de la idea de que “la Ciencia también es cultura” y como tal, ha de formar parte de la formación de los ciudadanos.

En este sentido, hacemos una apuesta por nuevos puntos de vista culturales, tratando de conseguir que ese sentimiento de curiosidad -y a veces admiración- por la ciencia, sobre todo en la gente más joven, arraigue. En ese sentido, estas iniciativas comienzan con la propuesta de creación de un Observatorio Astronómico Amateur Móvil, al estilo de los que ya circulan por otras latitudes cercanas a la nuestra y patrocinados por algunas obras sociales y/o culturales de diversas entidades (v. gr. Caja de Ahorros del Mediterráneo). Elegimos “la movilidad del Observatorio” por razones que más adelante se pormenorizan, y que pasan -resumidamente- por una mayor efectividad y alcance de las actividades astronómicas, a la par que abarcar un mayor radio de acción en colegios, institutos, centros de profesores (con los cursos de introducción a la astronomía -no solo para profesores- que desde el observatorio se organicen in situ), asociaciones de la comarca (y de fuera de ella) y/o calidad de cielos para la observación astronómica, dado que desgraciadamente, la luz artificial de las ciudades nos ha robado la luz de las estrellas, y con ello, está desapareciendo la capacidad de admiración por los cielos entre la población en general, y más preocupantemente, entre la juvenil; a la par que es necesario buscar emplazamientos cada vez más alejados de esa contaminación lumínica a la que tan mal-acostumbrados estamos. Sólo con capacidad de admiración ante la naturaleza, podremos pretender que nuestros jóvenes -y no tan jóvenes- sepan apreciar y valorar el avance científico, y sean capaces de admirar también la filosofía, la literatura o las matemáticas.

Por otro lado, es interesante señalar el hecho de que de prosperar esta idea, nuestra localidad se erigiría en pionera, al ser de las únicas en la Comunidad Andaluza que cuenta con una iniciativa como esta, abanderada desde en un Instituto público, como es el IES NICOLÁS COPÉRNICO, si bien existe ya un organismo (Caja de Ahorros del Mediterráneo) que ha desarrollado una iniciativa similar. 1)



2. JUSTIFICACIÓN DEL PROYECTO:

La tarea de crear un Observatorio Astronómico Móvil de nivel aficionado medio y desde ahí realizar tareas de “alfabetizar la Ciencia” entre la población, no es fácil; máxime cuando no se cuenta con “una tradición o ambiente Astronómico” tal y como existe en otros lugares tan paradigmáticos como la Comunidad Canaria, Barcelona, Valencia o Madrid en donde proliferan además, las agrupaciones Astronómicas que “compiten entre sí” por ofertar calidad a sus actividades de iniciación y/o divulgación de la Astronomía entre la población.

En nuestra Comunidad, muy lentamente, empiezan a surgir grupos de personas preocupadas por extender otros modos de entender la cultura y el conocimiento entre la población, y que superen por completo los desfasados tópicos de siempre con que se viene viendo, todavía, el panorama cultural de Andalucía desde algunos lugares de nuestro propio País. Apostamos por eso, entendiendo que no basta educar a un pueblo libre, sino que hay que comprender que sólo los pueblos cultos, son libres. La idea del Observatorio trata de abundar en esa línea.

La mayoría de los ciudadanos y ciudadanas, al terminar su formación académica, quedan al margen de los desarrollos y avances que se realizan en diversos terrenos del mundo cultural, siendo minoritarios los sectores sociales que se mantienen, de forma activa, al tanto de las nuevas ideas y tendencias culturales. En la mayoría de los casos, ese alejamiento es totalmente involuntario, siendo la falta de medios, iniciativas y recursos, los orígenes de aquéllos, que no la inquietud por determinados temas. En este sentido, la Astronomía es uno de estos tópicos que más interés despierta entre un amplio sector de la población; sin duda porque al mirar el cielo estrellado, en las noches, invade un sentimiento de difícil descripción ante lo ignoto y lo infinito, y que ha estado presente en todas las personas de diversas culturas y a lo largo de toda la historia.

Son pocas las iniciativas que permitan a los ciudadanos y ciudadanas con un nivel de estudios medios o medios bajos, profundizar en temas que despierten tanto el interés como el de Astronomía, a la par que al abundar en ellos, se contribuye a desterrar tanta chabacanería, como la astrología y afines, que precisamente hacen un uso indebido de la ignorancia e incultura de muchas personas. Desgraciadamente proliferan cada vez más en los medios de comunicación programas de ese estilo, y muy pocos los dedicados a la Ciencia y a su divulgación. Realmente lamentable.

La Astronomía nos permite ya no sólo ahondar en el conocimiento del cielo, sino que es sin duda una de las pocas disciplinas que permiten multitud de enfoques multidisciplinares. Desde este punto de vista, a la hora de extender y enseñar Astronomía, cabe hablar de un:

1) Enfoque divulgativo, que insista fundamentalmente en el conocimiento del más amplio muestrario de teorías y objetos astronómicos.
2) Enfoque observacional, que atiende básicamente a la realización de observaciones e incluso construcción de instrumentos.
3) Enfoque evolutivo, que se dirige básicamente a la reproducción de los procesos de construcción de los modelos astronómicos.
4) Enfoque historicista, que se basa fundamentalmente en el desarrollo de los aspectos históricos y en la evolución de las ideas astronómicas.
5) Enfoque medioambiental al estar dirigido -también- hacia la toma de conciencia de la necesidad de “rescatar los cielos nocturnos de las garras de la contaminación lumínica” y preservarlos limpios para generaciones futuras.
6) Enfoques complementarios. En este sentido son muy fructíferos los relacionados con la cultura clásica (mitologías de los cielos, por ejemplo) para comprender el valor que en nuestra cultura occidental representó la observación de los cielos, a la par que se rompe el absurdo tópico de la separación ciencias-letras.

Es por tanto, un tema que permite cubrir numerosos aspectos de la formación cultural de las personas bajo una misma óptica. Es urgente por tanto, hacer llegar al mayor número de personas las actividades dirigidas a esta amplia multidisciplinariedad.

De todos los enfoques expuestos, sin duda los enfoques observacional y divulgativo son los más destacables. Por un lado, vivimos en una época donde se van sucediendo casi a diario noticias de nuevos descubrimientos y nuevos proyectos de investigación en campos como los de la Astrofísica, Cosmología o Aeronáutica, y todos ellos no hacen sino despertar aún más el interés y la ansiedad por conocerlos, entre la gran mayoría de las personas.

La Astronomía, como Ciencia observacional, posee uno de sus mayores encantos. En primer lugar, no hace falta una sólida formación académica para acceder al conocimiento del cielo: constelaciones, movimiento de la bóveda celeste, del sol, la luna y los planetas, y tampoco es excesivo el conocimiento que se requiere para saber utilizar (y fabricar) pequeños instrumentos para profundizar en la observación. La observación astronómica, NO pertenece a ningún área específica del conocimiento, y lo que puede ser más interesante aún: puede aprenderse y “ejercitarse” a cualquier edad, pudiendo llegar a convertirse en pasión compartida por padres/madres e hijos/as. Es por lo tanto una ciencia y una actividad intergeneracional.

Por otro lado, los planes actuales de estudios comienzan, tímidamente, a ver el potencial educativo que la Astronomía posee, pero sin cuajar de forma definitiva en planes que desarrollen una asignatura y disciplina como tal, a diferencia de lo que sucede, por ejemplo, en la comunidad Canaria, donde es materia de Bachillerato, o en países de Latinoamérica (donde es asignatura obligatoria) y en algunos de la Europa del Este. En efecto: el interés de la Astronomía en el contexto de la enseñanza de las ciencias en sus niveles básico y medio, ha sido reiteradamente puesto de manifiesto por diferentes autores (Narlikar, 1986); (Strnad, 1986); (McNally, 1986) y ha sido recogido en instancias internacionales (Unión Astronómica Internacional, IAU, 1982, 1985, 1996) en los últimos años, figurando, por ejemplo, en el Manual de la UNESCO para la enseñanza de las ciencias. Sin embargo, hasta finales de los años 80 sólo cinco países habían implantado cursos de Astronomía a nivel de enseñanza básica y media: Uruguay, Grecia, México, la antigua URSS y R.D.A.

En Andalucía, hubo un muy tímido intento (que sólo se quedó ahí) en los primeros años de implantación de la LOGSE, proponiéndose como asignatura optativa en 4º de ESO. Sin embargo, pronto desapareció en las primeras reestructuraciones de forma inexplicable.

Por tanto, nuestra iniciativa, trata en la medida de lo posible, de paliar ese desfase cultural, y tomándolo como excusa, no sólo iniciar a la población en los temas de Astronomía, en su multitud de enfoques y vertientes, sino motivar a las mismas personas que participen, a que se erijan en asociaciones o agrupaciones de Astronomía, que tanto proliferan ya en otras comunidades que han sabido ver el potencial educativo que este tema posee.



3. ACTUACIONES:

El eje central de las actuaciones consistiría en ir diseñando y realizando actividades directamente relacionadas con la Astronomía y la Ciencia en general, desde una perspectiva interdisciplinar, haciendo llegar éstas a todos los sectores de la población, con especial incidencia en los sectores culturalmente más desfavorecidos, o bien haciendo llegar la observación del cielo a aquellos lugares que por motivos geográficos o de cualquier otra índole, no disponen de posibilidad alguna de poder participar en la contemplación guiada del cielo.

Para ello, se impartirían cursos de introducción a la Astronomía, para que posteriormente, y en formación autodidacta (o no), los miembros profundizaran en determinados temas de esta Ciencia y en donde centrar su actividad: estrellas dobles, variables, supernovas, cielo profundo, asteroides, cometas, planetaria, etc., para que luego, ayuden a extender el interés por la observación del cielo y por sus temas afines.

Un sector particularmente importante al que este tipo de actividades queremos que vaya específicamente dirigido es al del mundo infantil. Los alumnos/as de los colegios de nuestra localidad, de su comarca, y de fuera de ella, curiosos por la naturaleza de su edad, serán pieza importante en esta idea, pues de este modo comenzamos a inculcar en los más jóvenes la belleza del firmamento, el gusto por la observación, y de este modo tal vez, podremos hacer ver la insignificancia de nuestro planeta y por tanto, el valor que tiene para las generaciones. Sería pues, un complemento perfecto para la actividad que el mundo infantil desarrolla en sus aulas, y en esta labor se verían también involucrados tanto sus propios maestros que lo desearan, como sus padres/madres.

Por extensión de lo anterior, el mundo de la adolescencia, tan receptivo, y el ya juvenil, verían así la oportunidad de cultivar ya no sólo una afición (junto con sus padres, por qué no) sino que podría llegar a convertirse en un complemento más de la formación personal, a la par que un “competidor de la movida nocturna”.

Con idea de hacer posible la participación del mayor número de sectores sociales, las actividades del observatorio se efectuarían generalmente por las tardes/noches, sin menoscabo de la organización y desarrollo de otras actividades que de modo paralelo o no, se organicen (ronda de conferencias sobre un tema monográfico, sesiones de observación de fenómenos determinados, como eclipses o cometas, cine científico, semana de la Ciencia, etc.)

La observación astronómica, alma mater del observatorio móvil, se efectuaría desde el propio “furgón-observatorio”, pues en su diseño (del que se hablará más adelante) hay previsto un dispositivo que albergaría un telescopio y diversa instrumentación astronómica. La movilidad del observatorio que proponemos haría fácil buscar los mejores cielos para la observación, pues según el tipo de objeto a observar, se exigirá una calidad de cielo diferente. Así, hay determinados objetos celestes para los que su observación no requiere unas condiciones muy exigentes de ausencia de luz artificial (planetas, selenografía, algunas estrellas dobles, reconocimiento de los asterismos principales de algunas constelaciones, etc.) Sin embargo, hay otras actividades en las que han de extremarse esas condiciones de falta de luz de ciudad, y en esos casos se hace preciso, siempre, marcharse a un lugar apartado.

Además de ello, la idea de movilidad para el observatorio convertiría a éste en una especie de “aula de astronomía móvil” emplazándola a aquéllos lugares en donde la población escolar (sobre todo la infantil) tenga vedado el acceso a las actividades relacionadas con la Astronomía.

Con el tiempo, la idea es que sean las propias personas participantes las que engrosen, si lo desean, el grupo de las encargadas de la organización, del funcionamiento y de las actividades que se programen desde el observatorio.



4. DETALLES TÉCNICOS:

Lo que podríamos llamar “la infraestructura” del observatorio, pasa fundamentalmente por dos elementos claves: el vehículo y la instrumentación astronómica. Para el primero de ellos, basta un pequeño furgón (para cuya conducción NO se precisan permisos especiales más allá que el carnet de conducir de coche) que habrá que habilitar en su remolque, de modo que bien éste se abra y deje al descubierto la instrumentación, o bien se le acople una pequeña cúpula, la cual, tras abrirse, deje operativo el telescopio principal. A este respecto la fotografía adjunta, sacada de la página web de la Obra Social de la Caja de Ahorros del Mediterráneo, CAM, que ponemos de magnífico ejemplo de precedente en esta experiencia, muestra con detalle esta segunda solución, que además de ser la más efectiva, hay que reconocer que tal vez sea la más cara, respecto a la de habilitar el remolque de modo que deje al descubierto la instrumentación. (Para más detalle de la experiencia de la CAM consultar en http://www.cam.es/1/obra-social/pages/ma/prog/astro.htm)


El aspecto principal más interesante del observatorio lo constituirá la instrumentación astronómica. Ésta ha de cumplir -creemos- una doble función: didáctica y una segunda que permita cierto nivel en las observaciones. Para la primera de las funciones creemos que sería ideal disponer de un telescopio refractor de 150 mm de apertura y 1200 mm de focal. Este instrumento permitirá mostrar cómo se orienta un telescopio y por qué de tal necesidad, a la par que la calidad óptica del objetivo (mejor si es apocromático de fluorita, aunque esto hace que el precio suba) lo hace inmejorable para la observación planetaria, estrellas dobles y variables, etc.

Con la idea de dejar fijo en el interior del vehículo desde donde también poder realizar observaciones y mostrar los objetos más débiles (y bellos del cielo) la mejor opción es un telescopio Schmidt Cassegrain (SC) de 11 pulgadas con función “go-to” incorporada y orientación GPS, bien en montura de horquilla (preferible) bien en montura ecuatorial, pero en cualquier caso, sobre columna fija en el interior del vehículo. Afinando, creemos que la mejor opción es el Celestron C11 NEXTAR 11GPS. Poco a poco la instrumentación del observatorio “Polaris” se completaría con cámara CCD (de la serie ST7 o superior) con la que poder realizar trabajo de toma y tratamiento de imágenes propias, a la par que mediciones de brillo, separaciones angulares, fotometría, etc., dando el salto así a una Astronomía de cierto nivel. Con todo, sería imprescindible un ordenador portátil que soluciona el problema de mapas y cartas estelares, almacenamiento de datos, simulaciones, etc

Tras lo dicho, resulta clara la necesidad de habilitar el vehículo NO sólo en lo referente al mecanismo que permita la observación con el telescopio principal, sino que ha de estar preparado para dotar a la instrumentación de electricidad. En este sentido, habría que dotarlo de las baterías suficientes. Hoy día, tanto ordenadores como los telescopios puestos de ejemplo, ya vienen preparados para este tipo de conexiones.

En la actualidad YA CONTAMOS con un lugar donde quedaría a buen recaudo el camión. Una instalación como la que aquí se propone, ha de gozar de un sitio donde quede a buen recaudo, por lo que se dispone de una magnífica cochera que ya se ha destinado a ello.

Estimamos que todo lo anterior (vehículo y su adaptación conveniente más instrumentación astronómica) puede rondar los 40000 euros, pero estamos convencidos que la idea lo merece, por muchos más motivos que los expuestos hasta ahora y en los que seguidamente se insisten. Por lo que instamos a entidades públicas y privadas a apostar por proyectos que como el que tiene en sus manos, son capaces de aglutinar intereses e inquietudes en torno a la Ciencia en general, y la Astronomía en particular, capaz ella sola de rescatar ese espíritu de admiración en vías de extinción que ya hemos comentado se está dando alarmantemente; antes de que sea demasiado tarde



5. UNA EXPERIENCIA QUE NOS AVALA:

De forma coordinada, fue en el año 1998 cuando el grupo de profesores y alumnos implicados en este proyecto dimos el salto al mundo de la divulgación de la Astronomía, y en este sentido se impartieron numerosos cursos de introducción a ella y se organizaron numerosas salidas de observación astronómica que se fueron simultaneando con conferencias sobre estos temas y sus afines (Cosmología y astrofísica, sobre todo) entre la población en general y la juvenil en particular. Fruto de esa tarea fue la “especialización” de numerosos alumnos en temas astronómicos, sobre todo el del estudio y medición de estrellas dobles y la astrofotografía. Igualmente, en el Centro de Profesores de Osuna-Écija, se han impartido ya cursos de introducción a profesores y de manejo y construcción de instrumentación astronómica.

Antes de esa fecha, y de modo individual, se había realizado numerosas salidas de observación nocturna y mediciones de latitud de lugares por estudio de la sombra de objetos

Además de todo esto, nuestro Instituto es de los escasos de Andalucía que ha sido elegido para participar en el proyecto PARTNER; un proyecto de introducción de la radioastronomía entre la población juvenil del bachillerato. Para ello se cuenta con la manipulación VÍA INTERNET de una antena de 27 m situada en Robledo de Chavela y el estudio de 3 radiofuentes que se nos adjudicarán en el próximo mes de Octubre http://laeff.inta.es/partner/ Es este un proyecto dirigido y coordinado desde el Laboratorio de Astrofísica Espacial y Física Fundamental (LAEFF) del INTA que es el encargado del Centro de Coordinación de PARTNeR. Los miembros de este centro gestionan la utilización de la antena, dan la formación científica y técnica necesaria a los usuarios y los asesoran en cualquier aspecto relacionado con el proyecto PARTNeR

Estamos plenamente convencidos del poder didáctico que la Astronomía posee, y desde hace muchos años estamos apostando por ello. Sin embargo, nos movemos en un clima que si no hostil, si al menos indiferente en lo que a la colaboración de las entidades públicas y privadas se refiere, motivado sin duda por la falta de proyectos e iniciativas que hayan sabido ver todo el potencial que la contemplación y estudio de los cielos posee. Éste intenta ser uno de ellos, lleno de ilusión y entusiasmo, que supla ese vacío, y para el que se solicita la colaboración y/o mecenazgo.

Es cuanto.



I.E.S. "NICOLÁS COPÉRNICO"
OBSERVATORIO ASTRONÓMICO MÓVIL "POLARIS"
COORDINACIÓN: RAFAEL GONZÁLEZ FARFÁN
rgfarfan@ecija.org 17 julio 2004
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