Si dijéramos que en este trabajo se expone cómo la masa de los cuerpos definitivamente depende del observador, pues también ésta varía con su velocidad aparente en el espacio-tiempo que se observa, y si, además, decimos que también aquí se describe cómo la materia crea gravedad e, inversamente, cómo la gravedad concentra la materia, no presentamos nada nuevo porque ya todo esto lo dio a conocer muy bien Einstein desde hace mucho tiempo a través de la ecuación del campo. Lo nuevo aquí es crearlo y demostrarlo inéditamente, obtienendo esas mismas conclusiones sin tener que utilizar los términos de los clásicos tensores métricos y de energía del mismo Einstein.
12 junio 2010