Desde principios del presente siglo, los procedimientos para lograr la invisibilidad de objetos, han ido perfeccionándose mediante variantes cada vez mas sofisticadas del método de envolver el obstáculo a la propagación luminosa, en una capa de un material que propicie el que la luz bordee el objeto interpuesto y siga su trayecto en forma análoga a como la corriente de un río bordea un peñasco y sigue de largo como si no hubiese interrupción. Esa capa es algo así como la fabulada en la serie de filmes de Harry Potter.
04 agosto 2012