Posiblemente el descubrimiento de las leyes de la mecánica cuántica habría requerido más de un cuarto de siglo si la propia naturaleza no hubiera ayudado, “regalándonos” la simplicidad del átomo de hidrógeno. Su espectro tiene la regularidad necesaria que permitió a Bohr empezar a comprenderlo a partir de las embrionarias ideas de Planck y Einstein. Si el átomo más elemental no constituyera un sencillo sistema “integrable” de dos cuerpos, la complejidad de su espectro hubiera retrasado el progreso hacia la física cuántica. ...
19 marzo 2011