por Soledad REPRESA
Podemos representarnos la atmósfera como un fluído newtoniano en un sistema de referencia en rotación, donde se producen distintos movimientos e intercambio de energía entre distintos puntos del fluído. Para poder describir este comportamiento es preciso que los modelos contemplen una serie de leyes fundamentales, como son la segunda ley de Newton o ecuación de movimiento, el primer principio de la termodinámica o ecuación de conservación de la energía y el principio de conservación de la materia.
07 marzo 2020