Pedazos minúsculos de materia que viajan casi a la velocidad de la luz chocan con la atmósfera, se descomponen y, literalmente, nos atraviesan. Para conocer un poco mejor a estos inofensivos atacantes, denominados rayos cósmicos, tenemos que remontarnos a principios del siglo pasado: el físico neozelandés Ernest Rutherford se hallaba inmerso en sus investigaciones sobre el fenómeno de la ionización, o proceso por el que un átomo, al perder un electrón, adquiere carga positiva.
(Fuente: Información y Actualidad Astronómica, Instituto de Astrofísica de Andalucía, CSIC)16 enero 2016
![]()
![]()