por Cristina RODRIGUEZ LÓPEZ
Se suele pensar que las estrellas están allá arriba en el firmamento, inmóviles, quemando su combustible nuclear de forma confortable y silenciosa, pero la realidad que hemos descubierto a través de su observación es bastante diferente. Las estrellas respiran, se contorsionan y retuercen de diversas formas, alterando su radio y temperatura superficial, lo que produce cambios periódicos en su luminosidad y velocidad en su superficie, que detectamos con nuestros telescopios e instrumentos.
(Fuente: IAA: Información y Actualidad Astronómica_Instituto de Astrofísica de Andalucía_CSIC)11 febrero 2017