Aunque hemos avanzado mucho en el conocimiento de las galaxias desde su descubrimiento a principios del siglo XX, aún no tenemos una idea clara de algunas de sus principales características, como por ejemplo cómo se forman. Sin embargo, empezamos a tener evidencias de que su destino está íntimamente ligado a gigantescos agujeros negros situados en su interior. Algunos de estos agujeros negros pueden hacer que la galaxia que los alberga se convierta en uno de los objetos más brillantes y exóticos del Universo: las galaxias activas.
Fuente: Información y Actualidad Astronómica, Instituto de Astrofísica de Andalucía, CSIC. 02 octubre, 2010