Una de las características más notables de las galaxias que podemos estudiar en el universo más joven es que suelen ser mucho más brillantes que las demás. Este efecto de selección se conoce como “sesgo de Malmquist” según el que, a mayor distancia que miremos, menor será el número de galaxias menos brillantes que un muestreo es capaz de compilar. Entre las galaxias que es más fácil detectar y analizar se encuentran aquellas que están sometidas a diversos procesos que intensifican la cantidad de luz emitida.
Fuente: Información y Actualidad Astronómica, Instituto de Astrofísica de Andalucía, CSIC.11 mayo 2013